El cine según Paula Gómez
- Andrés Dávalos
- 23 feb 2021
- 11 Min. de lectura
En Metrópolis hemos decidido empezar una nueva sección en la que hablemos con personas que trabajen o estén relacionadas con el mundo del cine, en especial dentro del panorama español. En esta primera entrevista contamos con Paula Gómez, directora de producción de la película documental Renaceres.
Quedamos con ella, ambos desde Madrid pero de forma telemática.
Metrópolis Journal - Hemos decidido empezar esta sección de nuevos talentos contigo, Paula.
Paula Gómez - Muchas gracias, me hace mucha ilusión.
M.J. - has tenido un "boom" con el documental, así que si nos gustaría que nos hables un poco de él.
P.G. - Renaceres es un documental un tanto experimental en el que cogiendo imágenes de las calles de Madrid completamente vacías durante el confinamiento intenta explicar un poco el estado en el que estamos ahora mismo como seres humanos y algunos comportamientos que teníamos antes del estado de alarma y que igual tenemos a día de hoy. Muestra ese punto de inflexión que nos ha hecho reflexionar esta pandemia y cómo lo podemos utilizar como algo positivo para sacar lo mejor de uno mismo.
M.J. - ¿Cómo surge para ti el proyecto?
P.G. - La verdad es muy particular, de hecho, yo estaba de vacaciones. Después del confinamiento pude ir a ver a mi familia y tenía intención de quedarme durante bastante tiempo pero me llamaron de una productora con la que yo estuve trabajando hasta antes del confinamiento y me dijeron "oye mira, que vamos a llevar la postproducción de un documental y están buscando una persona de producción que se encargue de encontrar localizaciones durante un mesecillo" (se ríe) algo que no fue así. Entonces empecé con la producción y poco a poco fuimos trabajando el director y yo, porque yo era la única de producción. Fuimos formando equipo hasta que, lo que en un principio iba a ser encargarme de unas pocas grabaciones durante poquitas jornadas, se convirtió en encargarme de todas las jornadas de grabación más luego todo el tema de postproducción, distribución... A mí me pillaba un poco de nuevas, aunque yo intentaba estudiar después de trabajar y al mismo tiempo el director me iba enseñando.
M.J. - Este rodaje empieza como un proyecto de un mes en el que tú buscarías localizaciones, pero al final me dices que todo cambió. ¿Qué pasó?
P.G. - Lo que tiene esta película es que, por un lado fue grabada durante el confinamiento, entonces nos íbamos adaptando a todas las medidas que iban surgiendo, todo lo que iba pasando casi a diario. Por otro lado, el tema de los documentales es una cosa muy flexible: puedes tardar desde unas semanas hasta años en hacerlo. Lo que en un principio a mí me plantearon como rodajes muy cortos, al final se fue alargando por cuestiones como "en el documental tenemos que meter esto porque está pasando a día de hoy y hay que grabarlo porque sería un error no tenerlo dentro"
"Sí que fue una sorpresa cuando el director me dijo que íbamos a presentarla a los Goya. En ese momento fue como confirmar que esto iba enserio"
M.J. - En condiciones normales rodar algo de por sí ya es complicado, especialmente en el departamento de producción, ya que tienes que estar lista para cambios de última hora en cualquier momento. Si le sumamos una pandemia mundial, ¿qué pasa?
P.G. - Rodar en confinamiento es una locura, nosotros íbamos a grabar los lugares más afectados por la pandemia tanto de una forma como de otra; queríamos mostrar todo lo que estaba ocurriendo. Era una locura, el director quería grabar diversas localizaciones, muchas de ellas directamente te decían que no se podían por tema de Covid. Por ejemplo, fuimos a grabar a una residencia de ancianos, no te puedes ni imaginar lo que me costó encontrar una en la que pudiéramos grabar y mira que éramos un equipo muy reducido y por supuesto con todas las medidas de seguridad. Todo era muy complicado pero, evidentemente, todo el mundo estaba teletrabajando ¿Cómo vas a dejar a 4 personas entrar a grabar?
M.J. - Después de seis meses de rodaje, ¿qué se te pasó por la cabeza el día que te enteras que tanto la película como tú estáis en las candidaturas para los Goya?
P.G. - Bueno, la verdad es que yo ya sabía que íbamos a ser candidatas porque era la persona que estaba gestionando todos los papeles para presentarlo a los Goya. Sí que fue una sorpresa cuando el director me dijo que íbamos a presentarla a los Goya. En ese momento fue como confirmar que esto iba enserio. Cuando fui a la academia, que encima me encargué yo, a dejar la película y decir "ya forma parte de los Goya 2021", salí de ahí y llamé a mi madre, fue como sentir que todo esto era verdad, no me lo terminaba de creer.
M.J. - Hiciste frente a la producción y distribución del documental prácticamente sola y con 23 años.
P.G. - Sí, fue toda una locura. De hecho, yo nunca le dije mi edad al director hasta que ya llevábamos tiempo trabajando y fue un poco sorpresa. Con todo el tema Covid, éramos un equipo muy pequeño, yo estaba en dirección de producción pero tocaba hacer un poco de todo, si no no había gente para hacerlo. Fue una locura, pero para mí fue muy enriquecedor. Con la poca edad que tengo, no tenía mucha experiencia, estoy en ello. Desde dirección de producción que era lo más top, hasta la cosa más tonta que no sabía, pero mira, ya estoy aprendiendo.
"Perdona, todo lo que tengas que decir me lo tienes que decir a mí que soy la encargada de todo esto"
M.J. ¿Qué se siente haber sido la directora de producción más joven dentro de las candidaturas? Te puede parecer muy repetitivo que se mencione todo el tiempo que encima eres mujer.
P.G. - Yo siempre he sido un poco reacia, bueno no reacia, pero de esto que piensas: "jolines, qué insistente el tema de la mujer", pero es que una vez he entrado en el "mundillo" y he visto cómo funciona, es que hay que fijarse. Yo por ser mujer, y sobre todo por ser joven, he visto que el trato no es igual para unos que para otros.
Estamos en un momento en el que podemos hablar de esto, no está todo igualado pero se puede intentar y creo que hay que tomar un papel e intentar cambiar las cosas. Yo no lo veía para nada necesario, sino como algo repetitivo; pero es que se ve mucho, se ve un montón, que hay diferencias. Ya no solo en la proporción de género en las nominaciones, sino en lo que es el trato, se nota.
M.J. - ¿Has notado alguna diferencia en el trato durante el rodaje por el hecho de ser joven?
P.G. - Yo realmente con mi equipo no veía ningún problema, era un entorno muy familiar. Pero con el tema de las localizaciones lo noté mucho. Llamaba por teléfono para conseguir los permisos y luego llegaba al rodaje, me veían y me decían cosas como "me ha dicho la directora de producción que iba a venir" y cuando les decía que era yo me miraban y me decían "ah vale" Notaba que la gente cambiaba el gesto, que una chavalilla era la directora.
Yo soy consciente que por mi edad, la gente va a tener más experiencia que yo, pero son las formas de decir las cosas las que marcan la diferencia. Quiero dejar claro que nunca he tenido ningún problema, pero sí me ha pasado de estar en alguna localización y que igual el responsable de localización vaya a hablar antes con el cámara porque es una persona mayor que conmigo y yo he tenido que ir detrás de él y decirle "perdona, todo lo que tengas que decir me lo tienes que decir a mí que soy la encargada de todo esto". Siempre lo digo con tono de humor, soy la persona que más provecho ha sacado al coronavirus. Todos durante el confinamiento hemos visto todo tan negro que este documental me ha traído algo bueno, el hecho de sentir que están confiando en mí.
"De 10 chavales que curran súper bien, solo uno tiene la oportunidad de mostrar lo que es, la cuestión de suerte siempre va a estar ahí"
M.J. - Ahora hablemos de ti, ¿cómo llegas a este mundo?
P.G. - Yo soy una persona que tiene más o menos todo planificado. Soy de Valladolid, mi plan era ir a Madrid, especializarme en producción, encontrar trabajo y quedarme en Madrid. Bueno, las cosas no son siempre tan fáciles y era consciente. El hecho de volver a Valladolid era sentir que no había conseguido lo que me había propuesto y estar ahora trabajando en plena pandemia me hace pensar "no vamos tan mal, Paula". Al final es chulo, porque ves que es muy complicado pero que vas consiguiendo pequeños objetivos.
Los primeros dos años que estuve en Madrid estudiando mis padres pudieron pagarme el piso y los gastos. Siempre tenía la presión de tener que hacerlo bien para que esos dos años que he estado viviendo de mis padres hayan valido la pena. Y siento que aunque me queda mucho por delante, estoy viviendo esta experiencia al máximo.
M.J. - ¿Qué piensas del consejo si luchas lo vas a conseguir?
P.G. - Obviamente no todo es un camino de rosas, yo si tuviera que dar un consejo sería "trabaja mucho y sé tu mismo", si al final no lo eres, vas a sentir que lo mucho o poco que consigas no es parte de ti. También es tener la suerte de que alguien te de una oportunidad para demostrar cuál es tu trabajo. El problema que veo yo es que de 10 chavales que curran súper bien, solo uno tiene la oportunidad de mostrar lo que es, la cuestión de suerte siempre va a estar ahí.
Yo me planteo un montón los qué pasaría si... Yo llego a este proyecto a raíz de que hace unos años hice las prácticas en una productora donde hice estos contactos. A mí, cuando iba a hacer estas prácticas, una compañera me dijo "no vayas a esa productora que no vas a hacer nada" y en su momento me pensé dos veces el aceptarlas. A lo mejor si no las hubiera hecho hubiera encontrado mi camino de otra forma o hubiera vuelto a Valladolid hacía unos años. Es todo saber aprovechar las oportunidades y saber dónde estás.
M.J. - ¿Dónde estaría Paula si no hubiera aceptado este proyecto?
M.J. - No lo sé, prefiero no pensarlo. Hubiera buscado cualquier cosa para poder quedarme en Madrid. He trabajado de teleoperadora, lo cual me ha dado muchas tablas para ser productora (se ríe). De ser teleoperadora aprendí que hay gente de todo tipo en el mundo y, de cara a un rodaje, te da experiencia. Siempre soy muy optimista, intento sacar algo bueno incluso de ese sitio que no me gustaba nada.
"Que haya dos personas mujeres teniendo un puesto alto no me parece posicionamiento"
M.J. - Se ven directoras y gente joven que están intentando cambiar el panorama del cine español. ¿Cómo lo ves tú?
P.G. - Me parece una pregunta muy difícil, tengo un dilema muy gordo. Por una parte pienso "qué guay, poco a poco se van incorporando mujeres, directoras...". Pero al mismo tiempo pienso "¿no será postureo?"; en el sentido de que hay pocas mujeres en el cine y de repente ponemos a dos y ya nos contentamos diciendo "ya va habiendo posicionamiento de la mujer en el cine". Bueno, que haya dos personas mujeres teniendo un puesto alto no me parece posicionamiento. No sé qué opinar, lo que tengo claro es que si alguien tiene poder para hablar con claridad e intentar cambiar las cosas somos nosotros, somos la gente joven y si no lo hacemos es que somos tontos y estamos perdiendo el tiempo.
Se nota que nuestra generación tiene ganas de hablar y de decir "esto podemos hacerlo así en vez de asá"
M.J. - ¿Piensas que se le está dando a la gente joven la suficiente voz o el discurso sigue monopolizado?
P.G. - Hombre, por supuesto el discurso sigue estando monopolizado porque la gente joven no tiene voz, pero en las generaciones anteriores tampoco la han tenido. Nunca te toman en serio; da igual en qué época de la historia estés.
Cuesta mucho que a los jóvenes se les tome en serio y eso es complicado, lo guay es que ahora está YouTube, hay formas de producción ya no solo económicas, sino más accesibles para que los jóvenes tengan voz. Sí que es verdad que al final siguen tomando las grandes decisiones los cuatro grandes de siempre, pero ya por lo menos tenemos estas pequeñas vías, se nota que nuestra generación tiene ganas de hablar y de decir "esto podemos hacerlo así en vez de asá".
Estas voces tienen un poco más de accesibilidad al resto del mundo que en otras generaciones, tenemos más medios para que se nos escuche y así poder cambiar más cosas.
"El cine funciona de una forma en la que hay que entrar por una puerta muy chiquitita, por la que es casi imposible entrar, pero una vez entras tienes más vías que si estás fuera"
M.J. - ¿Ves en cierta parte el futuro del cine español con cierto optimismo?
P.G. - Sí, porque se le pone muchas ganas. Con empeño y las cosas bien claras puedes hacer cosas que cambien otras.
M.J. - ¿Y cómo ves el futuro de Paula en el mundo del cine?
P.G. - Lo veo bien, veo que evidentemente tengo que trabajar muchísimo todavía. Por desgracia, el cine funciona de una forma en la que hay que entrar por una puerta muy chiquitita, por la que es casi imposible entrar, pero una vez entras tienes más vías que si estás fuera. Yo por suerte ya "estoy dentro". También te digo que si no estoy en una cosa, voy a estar intentando hacer cosas por mi cuenta. Tengo algunos proyectos
M.J. - ¿Estás trabajando en algo ahora?
P.G. - Sí, estamos en fase de desarrollo, ya que con Renaceres estaba al 100% y cuando acabó estaba en plan "¿Y ahora qué?" Estamos en cuatro o cinco cosas y una más seria.
M.J. - ¿Proyectos personales o de la productora en la que trabajas?
P.G. - Mitad y mitad, yo quiero hacer cosas "por mi cuenta" para salir del nido y decir esto lo puedo hacer a mi manera sin ningún problema, pero al final una productora siempre va a tener más poder.
M.J. - Se dice que para estudiar cine hay que tener dinero, ¿qué piensas sobre eso?
P.G. - Yo supongo que para la gente que tenga dinero será mas fácil. Desde mi experiencia no he tenido ni dinero ni contactos. Soy de Valladolid, mi padre es profesor de inglés en un instituto y mi madre da clases particulares, no vamos sobrados de dinero. Lo que he estudiado son dos grados superiores, uno en Valladolid y otro en Madrid, y de contactos ya ni hablamos. Al final es un poco lo que vas haciendo tú por tu cuenta. En el cine al final hay que saber muchísimo de todo pero al final hay que tener una actitud impecable, y eso no te lo da ninguna escuela privada ni ningún sitio. No es como medicina que si o si tienes que tener una carrera (ríe) no me gustaría que una persona que no tiene la carrera me operara. Aquí funciona de otra manera. El hecho de que funcione de otra manera es lo que lo hace también más difícil, es un arma de doble filo.
M.J. - Cuando hablas de proyectos personales, ¿tienes contactos o amigos cercanos que se dediquen a esto? ¿De cara al futuro te gustaría empezar alguna productora o empezar un proyecto con conocidos tuyos y tener un proyecto gestado a partir de un grupo de jóvenes?
P.G. - Cuando hablo de proyectos personales no digo que los este haciendo yo sola porque me veo completamente incapaz, me refiero a que yo hago proyectos. Por ejemplo, si quiero hacer un corto me junto con un chico con el que he trabajado anteriormente que ha hecho algo y que va a estar de director y con este guionista, y ya formamos equipo. Tres chavales que no somos gente muy experimentada, pero que ya empezamos a trabajar en ello. Sí es cierto que el tema de la productora lo veo muy lejano pero no lo descarto. Para eso tengo que madurar muchas cosas
M.J. - ¿Dentro del mundo del cine te ves en la producción o no te cierras a anda?
P.G. - No, yo no me cierro desde luego, pero es lo que me gusta y, al final, si te gusta se te va a dar mejor que el resto de cosas. Entonces sí, si me veo en el mundo del cine me veo en producción. Ojo, que igual pasado mañana me pongo a presentar un programa, pero me extrañaría muchísimo (risas).
M.J. - Si tuvieras que decirle algo a esa Paula que acababa de llegar a Madrid para ayudarle a adaptarse a ese nuevo cambio, ¿qué sería?
P.G. - La verdad es que le diría que sobre todo no esté tan intranquila con el qué pasará, porque de eso no puedes tener control. Pero que siguiera haciendo las cosas como hasta ahora: "sigue esforzándote porque en tu caso, por suerte, el efecto sí tiene recompensa".
Comments