"Au Clair de la Lune" (1860)

Todos conocemos el famoso cinematógrafo de los hermanos Lumière. El primer dispositivo capaz de filmar, reproducir y grabar cine. Si bien este no fue el primero de la historia, sí que fue el mejor o por lo menos, el que causó una mayor repercusión.

Algo similar ocurre con el sonido. El cantor de Jazz (Alan Crosland, 1927) se instaura como el primer largometraje sonoro sincronizado de la historia, sin embargo, tenemos registros mucho más primitivos de las primeras grabaciones de sonido que han quedado igualmente silenciados por la historia populista del cine.

Anterior incluso al archiconocido Fonógrafo (1878) de Edison, encontramos el Fonoautógrafo (1857) , el primer dispositivo capaz de grabar sonido en un soporte físico. Con él se grabó la primera grabación sonora reproducible conocida, Au Clair de la Lune en 1860. Como hemos podido comprobar, cuando el sonido llega al cine, ya es una disciplina casi centenaria.