¿De dónde salen los sonidos cinematográficos?

Una película no funciona sin algo crucial en el proceso cinematográfico: sus espectadores. Decimos que una película es creíble de acuerdo al grado de realidad que nos transmita. Uno de los errores más comunes que denotan que un filme es creíble o no es, aunque para muchos es difícil de creer, el sonido. De hecho, es sorprendente la cantidad de errores de cámara o imagen que una película tiene, y que pasan desapercibidos en la mayoría de las ocasiones. Pero un mal sonido nunca pasa desapercibido, y tiene el poder de hacer que una película que en un inicio era muy buena, se convierta en muy mala. Y, sin duda alguna, es aquel factor que hace que nos demos cuenta de forma rápida de la experiencia del director o productor del filme.

En Hollywood nada es lo que parece, y el sonido no es menos. De hecho, si ya hacen maravillas con las imágenes, el sonido va mucho más allá. Investigando sobre este tema, he descubierto este vídeo, en el que vemos precisamente cómo se juega con el concepto de asociación de sonidos.

Es en la animación, sin duda alguna, donde más podemos apreciar una falsificación de los sonidos. Por ejemplo, en este otro vídeo podemos ver cómo se crean los distintos sonidos de la película Ice Age.

En este mes de marzo damos entrada a una serie de entradas en las que hablaremos del sonido como factor imprescindible del universo cinematográfico. Ponernos en la situación como espectadores de que nada de lo que vemos es lo que parece por separado pero sí en su conjunto es lo que dota a la experiencia cinematográfica de ser un espectáculo tan gratificante como el que podemos vivir.