El sonido del silencio en "Sound of Metal", de Darius Marder
- Pablo Ortega
- 19 mar 2021
- 4 Min. de lectura

Presentado como exclusivo estreno de la plataforma Prime Video, Sound Of Metal (Marder, 2019) se presenta como una de las más estimulantes propuestas en el ámbito de la sonoridad fílmica ante un empleo excelentemente ejecutado de la misma, en su construcción narrativa y en una conjugación psicológica de la pérdida auditiva con el desarrollo de sus personajes, en una conflictividad más allá de la anomalía física, sino en una problemática interna con su afluencia en el exterior. La obra presenta, como inicial premisa, a la pareja de artistas musicales, Ruben Stone (Riz Ahmed) y Lou (Olivia Cooke), dedicada al heavy metal como género que los impulsa en la industria musical. Sin embargo, Stone, batería del dúo, comienza a perder su capacidad auditiva, lo que los conduce a una desestructuración en el ámbito no sólo profesional, sino también personal. Por ello, optan por la solicitud de ayuda para ello.

La obra presenta un enfoque íntimo, personal, en la demostración de una maestría en la ejecución sonora, pues la focalización en el personaje de Stone, padeciente del fenómeno de pérdida auditiva, permite la introspección del espectador en su psique, presenciando las consecuencias de tal pérdida. Por tal razón, la sonoridad de los acontecimientos ambientales, así como los diálogos propuestos por cada personaje, son distinguidos con escasa claridad, con una perturbación o distorsión que nos obstaculiza la comprensión de sus pronunciaciones, hasta así alcanzar un casi pleno silencio. Esto mantiene una colosal repercusión en sus personajes, así como en su relación con la profesionalidad de la industria musical y en su relación más íntima, donde la frustración, el desconcierto y la pérdida son retratados con sabiduría. Se incorpora, a ello, un elemento narrativo que confluye a la guía de su narrativa en una obra aún más interesante: el aprendizaje de Stone en su convivencia con la comunidad sorda, así como el lenguaje de signos como fundamento de comunicación. El factor comunicativo desempeñará un rol crucial en esta obra, constituyendo el eje vertebrador y que conducirá a sus personajes por los diversos caminos. Stone habrá de enfrentar su propia frustración a partir del aprendizaje comunitario, en el que el espectador forma parte a partir del desempeño de la sonoridad fílmica.
El discurso narrativo posee una estructura diferenciada en tres segmentos o bloques: la conciencia de Stone ante la pérdida de su capacidad auditiva, así como su comunicación y el inicio de la problemática; la convivencia con la Comunidad Sorda y su aceptación en el empleo del lenguaje corporal y gestual como acto comunicativo; el propósito por retomar a su pasada vida mediante la operación y la implantación de un mecanismo sonoro, con sus inmediatas consecuencias físicas, internas (bajo una óptica reflexiva, referida al interior humano) y sociales (relaciones con la comunidad).

Para Ruben Stone, la capacidad auditiva le es de especial relevancia, pues mantiene la consideración de que le permitirá recuperar su pasada vida junto a su pareja y ejerciendo la profesión musical que ama, ejecutando una operación que le permite restaurar parte de su capacidad auditiva a través de un mecanismo integrado a partir de una operación, que posibilita la pérdida total de la audición para la incorporación del aparato. La sonoridad regresa, aunque aún más distante y más distorsionada, propio de un sonido de metal, como referencialidad al título, pues Sound Of Metal no es, tan sólo, una alusión al propio género musical al que dedican su atención los protagonistas del relato, sino que es una especial referencia a la reincorporación sonora a partir de un mecanismo artificial que ensalza la sonoridad del metal ante su distorsión. Esto lo conducirá a la confrontación de nuevos conflictos, pues será rechazado por su comunidad ante la negativa de Stone por la caridad de la misma en su ayuda y ante su imperioso deseo de recuperar una pasada vida que no retomará. Por ello, es una obra que va más allá de la pérdida: es una conflictividad interna, un deseo de recuperar lo perdido, una contemplación de la adaptación ante los obstáculos que frenan nuestra normalidad. Ruben Stone es consciente de tal nueva problemática, y tras su operación, de la separación de su pareja ante la continuidad por diferentes caminos ante el descubrimiento de las nuevas oportunidades de su Lou, su pareja. Es una obra que fomenta, a partir de la sonoridad y su incorporación al desarrollo de la psique humana, la empatía, la aceptación y la búsqueda de nuestro camino pese a las adversidades que dificultan nuestra vital travesía.

Por ello, los elementos sonoros que el filme emplea se toman como recursos narrativos y de focalización del personaje para establecer una dialéctica a los citados valores de empatía, aceptación y contribución a la ayuda, percibida con la presentación de una comunidad cuyos integrantes contribuyen a su mejoría a través de la comunicación corporal mediante el lenguaje de signos. El acto comunicativo no se fundamenta solamente a partir de la sonoridad y la expresión verbal, sino que es un medio de vinculación y conexión entre individuos de una especie ejecutado por sistemas que van más allá, como la propia expresión corporal. De esta misma manera, por ello también conversamos sobre el Sonido Del Silencio: el mismo, es un medio expresivo, aunque en esta ocasión, nos referimos a un medio de transformación y adaptación del individuo a la pervivencia con dicho silencio, aunque ello no imposibilita el acto comunicativo. El silencio, por ello, posee igualmente sonido alegórico, pronunciado a través de la fuerza visual y el contacto o la anexión a partir de la expresión corporal y gestual. El acto comunicativo es, por ello, la esencia de toda especie en una interconexión consigo mismo y su entorno, resultado de una adaptación y de una confluencia lingüística más allá de la sonoridad.
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