Entre planos. La representación femenina en las películas de Alfred Hitchcock

Antes de entrar en materia, me gustaría aclarar que este es un tema extenso y que abordaremos de manera superficial, por desgracia, en este texto. Sin duda, es un objeto interesante de análisis para un posible futuro dossier. Contiene spoilers.

Alfred Hitchcock es uno de los mejores cineastas de la historia del cine. Aclamado por su suspense, ha sido capaz de crear películas totalmente atemporales; a pesar de que ciertos tratamientos de determinados elementos que componen sus películas sí que han quedado un poco anticuados. Además, fue uno de los primeros directores, junto a John Ford y algún otro nombre digno de ser aclamado, de constituir un cine puro de autor dentro del sistema de estudios de Hollywood, algo complicado dentro de dicho mercado. Por supuesto, me gustaría aclarar que admiro a Hitchcock y que no entraré en el desprecio a cualquiera de sus trabajos, a pesar del problema expuesto.

Observando toda la filmografía del director, podemos darnos cuenta de que en la mayoría de sus películas la mujer tiene un papel determinante; bien sea porque es la protagonista, porque es la antagonista, porque son ambas, o porque es un móvil para que un protagonista lleve a cabo su propósito. Pondré una serie de ejemplos que ilustren estas teorías.

En Psycho (1960), tenemos dos mujeres muy importantes: Crane, la protagonista de la película; y la madre de Norman Bates, la antagonista. En Rear Window (1954), la mujer es un móvil para el protagonista; y le supone un problema que le acompañará durante toda la película. En The birds (1963) de nuevo encontramos la problemática madre-novia que podemos observar en Psycho, pero de una manera más elegante a mi parecer. Consideraremos que con estos tres ejemplos podremos hablar del tema en cuestión.

Partiremos de la base del voyeurismo de Hitchcock, un hombre atraído por las mujeres rubias que confesó: “¿Sabe por qué elijo actrices rubias y sofisticadas? Busco mujeres de mundo, auténticas damas que saben transformarse en prostitutas en el dormitorio”. En cierto modo, todos los espectadores somos voyeuristas en tanto que observamos a una serie de personajes que no saben que son objeto de mirada de un sujeto que mira. Pero es muy distinto cómo se articula el voyeurismo en el espectador y cómo se articula en el director; puesto que no es la primera ocasión en la que algún que otro listillo, bajo el argumento “es la necesidad del rodaje”, ha aprovechado para mirar más de la cuenta y más de lo que se suele ver, en sus rodajes. Y es el caso de Hitchcock. Por ejemplo, en Psycho, Janet Leigh fue obligada a ducharse desnuda en la famosa escena de la ducha, sin ninguna necesidad del rodaje. Por suerte, a día de hoy, acciones como esta no pasarían desapercibidas por mucho tiempo.

El voyeurismo está muy bien mostrado en Rear Window. Tenemos a un protagonista, encarnado por James Stewart, que está lesionado y se ve obligado a investigar un posible asesinato desde su ventana con una cámara de fotos. Tenemos también a una mujer, totalmente enamorada de él, que se convierte en una prolongación del cuerpo de Jeff cuando hay que salir a investigar a la calle. Es una película puramente cinematográfica, en la que el juego entre el espectador, la cámara, y el protagonista es evidente. Pero lo interesante de esta película es qué representa esta mujer. Sin darnos cuenta, es el punto central del filme, puesto que Jeff se cuestiona continuamente si está enamorado o no de ella, y si debería casarse o no de ella. De hecho, en todo el metraje vemos referencias al amor: los recién casados que practican sexo todo el día, el matrimonio al que le va mal, el pianista alcohólico y soltero… Pero hay un factor importante en el papel de la mujer que desvelaremos posteriormente y que se repite en las otras dos películas.

En Psycho y The birds, que analizaremos juntas, hay una clara similitud. Tenemos a una mujer que cubre el papel de amante u objeto de la mirada sexual del hombre (Marion y Melanie, respectivamente), un hombre soltero que es el sujeto de la mirada sexual (Norman y Mitch), y una madre hitchcockiana que no acepta que su hijo pueda tener una amante que le quite a su hijo (la madre de Norman y Lydia). En estas películas, podríamos seguir los argumentos freudianos acerca de la madre y el hijo y el complejo de Edipo. Es la “representación inconsciente a través de la que se expresa el deseo sexual o amoroso del niño al progenitor del sexo opuesto”. Los hombres en el cine de Hitchcock no ven a una amante, sino a dos madres. Las características similares en las personalidades de las mujeres en estas películas son similares en su base. La relación entre maternidad, sexo y muerte en este cine sale a la luz continuamente. Y es por esto que la madre odia a la potencial amante.

¿Por qué afirmo este odio? Relacionemos a las madres con dos objetos fílmicos que aparezcan en las películas: la madre de Norman es la casa, mientras que Lydia es los pájaros. La casa es un espacio amenazador. La madre de Norman es ese plano cenital que se sitúa encima de la escalera en la que morirán la mayoría de los personajes de la película Psycho. La madre de Mitch es los pájaros. A medida que el odio de ella crece hacia la potencial amante del hijo, las amenazas de los pájaros serán más frecuentes y más peligrosas. Y esto termina en el punto en el que la madre es vencida por la amante, o al menos por el legado que deja.

Pero quizá lo más interesante, dentro de la cuestión que abarca este texto, que se repite en estas tres películas es que la mujer tiene un protagonismo marcado dentro del discurso patriarcal, dentro de un discurso totalmente masculinista, en el que la mujer es fuerte pero no tiene discurso propio, ni es dueña de su propia historia. La mujer en este cine está creada desde la mente de un hombre y bajo los juicios del patriarcado. El cine de Hitchcock es un buen cine en cuanto a su forma y en cuanto a sus narrativas. Pero es un cine arriesgado y peligroso en cuanto al tratamiento de las mujeres.

Bibliografía

Truffaut, François. El cine según Hitchcock. Quinta edición, octava reimpresión. Madrid: Alianza Editorial, 1974.

Aloha Criticón. Disponible en: https://www.alohacriticon.com/preguntas/por-que-alfred-hitchcock-hacia-aparecer-en-la-mayoria-sus-peliculas-a-mujeres-rubias/

Anthropologies. Disponible en: https://www.anthropologies.es/mundo-femenino-hitchcock/

Cope. Disponible en: https://www.cope.es/blogs/palomitas-de-maiz/2018/03/29/brujas-y-santas-la-mujer-en-la-filmografia-de-alfred-hitchcock-iii/